domingo, 12 de diciembre de 2010

11

Sabes lo que más odio? El pensar todos los días en ti y saber que tu ni siquiera me recuerdas. Me vuelvo loca cada vez que escucho tu nombre y te relaciono con cualquier cosa que, de algún modo, me recuerda a ti tanto que me desvío de la realidad por unos instantes. Me repugna pensar que soy tan estúpida como para sentirme tan feliz cuando me hablas. Odio ver cómo por ti hago cualquier cosa, seria capaz de mover montañas por verte cinco minutos. De hecho me avergüenzo, porque algo parecido hice una vez. No puedo soportar pasar por la calle y mirar ese banco en el que nos sentamos una vez a hablar. No me hago a la idea de que medio año después me siga acordando de ti como el primer día. 
Cuando me hablabas mi corazón latía tan rápido que se oía a distancia, cuando me sonreías no conseguía pensar con coherencia, cuando me mirabas a los ojos sentía que me mareaba y cuando decías mi nombre lo único que quería era darte un beso.
Tienes algo que me hace olvidar lo mucho que odio quererte, porque realmente te odio.
Odio tu personalidad, tu forma genial de vestir, odio verte reír porque me pareces perfecto, la forma que tienes de fumar me vuelve loca, y no hay nada que me guste más que cuando me vacilas. Odio depender de ti, odio tu olor, tu pelo, tu lunar, tu boca... Odio tener que agachar la mirada cuando me hablas porque no se me siento capaz de mirarte a los ojos. Odio lo imbecil que me haces sentir siempre. Odio que me hagas pensar que te gusto y que no me atreva a hablarte si no te vuelvo a ver. Odio tu manera de caminar, odio que siempre estés rodeado de chicas. Odio que seas mi chico ideal. 


Te odio tanto que... te necesito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario