Desea no haberle conocido, porque desde entonces no hay día en el que no piense en él.
Recuerda el día en el que le vió en una foto. Recuerda la noche en la que se acordó de él. Recuerda la sonrisa dibujada en su cara justo al día siguiente, cuando se enteró de que por fin iba a conocerle. Recuerda muy bien el 1 de julio, y la decepción que se llevó al no verle. Recuerda dos días después, cuando por fin le conoció.. en esa esquina. Recuerda el 6 de julio, cuando le vió en la parada. Y recuerda todos las sonrisas, angustias y sueños que presenció durante todo ese mes.
Uno de los recuerdos más bonitos fue el día que hablaron a través del cristal, pero señas y que los dos se rieron... Recuerda cuando le vió de lejos caminar por la calle, con sus vaqueros claros, las Ray-Ban en los ojos, el Malboro en los labios y esa pinta de chico malo, que se esfumaba totalmente cuando sonreía. Por que ella sabia como era realmente.
Recuerda sus vaciles, sus risas, sus apuestas... Su forma de hablarla.
Recuerda cuando corría por la calle para verle 3 minutos. Recuerda que fingía estar en las nubes y no darse cuenta de que el estaba allí. Tenía aire de indiferencia, pero muy dentro pensaba te quiero cada segundo a su lado.
Recuerda cuando se sentaron en aquel banco a hablar. Pero despues de 3 minutos se levantó y se fue. Recuerda sus conversaciones y su forma de mirarla.
Recuerda su último día, cuando todo estaba planeado.
Y se sigue preguntando qué pasó por su cabeza cuando la vió correr, saltar y reír. Y recuerda cuando le acarició el pelo y cuando se despidieron con dos besos en la mejilla.
Han pasado 4 meses desde entonces, y aun no ha conseguido olvidarle.
No fue un hasta luego, fue un adiós.
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