Se veían todos los findes, y charlaban a todas horas, tenían conversaciones de todo tipo, y siempre se reían juntas. Hacían las mismas tonterías e incluso puede que tuviesen un poco de telepatía.
Tenían los mismos gustos y disfrutaban con la misma música.
Les encantaba contar cómo se conocieron, era 19 de junio, tipica noche veraniega. Una fiesta normal, en un rincón de una casa. Se sentaron en el sofá a hablar durante horas. Esa noche hicieron un pacto, que acabaron cumpliendo. Se hablaban por mensaje y empezaron a llamarse. A los 3 meses se hicieron inseparables.
Estaban convencidisimas de que nada las llegaría a separar.
Hasta que, sin darse cuenta, sucedió.
Los motivos son claros, ella lo sabe.
Ahora no se llaman, hablan 3 veces a la semana y ninguna de las 2 le cuenta secretos importantes a la otra.
No se ven desde hace 2 meses, y tampoco hablan de quedar.
Desde septiembre no se hacen fotos.
Las dos lo saben perfectamente, pero evitan el tema. Poco a poco se distancian cada vez más, hasta que llegue el día en el que no vuelvan a hablar.